Creciento junto a
Rivera

Una marca de agua mineral natural embotellada y refrescos, con más de 125 años de historia.

Un poco de nuestra trayectoria
Historia

En el año 1862, la población riverense de Villa Ceballos (luego Pueblo de Rivera) se ubicaron de forma estratégica junto al arroyo Cuñapírú, cuyas aguas fluyen desde las alturas de la Cuchilla Negra siendo el principal abastecimiento de agua de esta región. En este entorno fue que hallaron un lugar donde podrían desarrollar su vida.

Fue en este contexto que nació la empresa Fuente Oriente, establecida en una pintoresca chacra de propiedad de Don Antonio Carámbula en 1897. El agua que emana de la Fuente Oriente brota del invaluable acuífero guaraní que yace en lo profundo de la tierra, agregando a su historia un componente aún más sorprendente.

Fachada de la fabrica

Faustino Carámbula en la Fuente

La visión emprendedora de Carámbula se volcó hacia la fuente, donde descubrió las propiedades únicas de su agua. En 1906, los profesores Morelli y Guillermetti realizaron el primer análisis, confirmando que el agua mineral Oriente era muy buena. La incansable labor de Carámbula, tanto en la selección de expertos como en su habilidad publicitaria, marcó el inicio de una travesía hacia el éxito.

En 1914, otro análisis del Laboratorio Municipal de Bacteriología y Micrografía afirmó la calidad del agua natural Oriente, clasificándola como buena.

Con concesionarios sucesivos, la empresa pasó a manos de José Furje Kramer en 1933, quien, junto a su socio Prusak, impulsó el famoso “Guaraná La Riverense” en la frontera.

En 1942, el Consejo Nacional de Higiene certificó la pureza del agua, seguido por la clasificación de Potable en 1945. La empresa no solo sobrevivió sino prosperó, estableciendo su planta industrial en 1960 bajo la dirección de Osvaldo Kalstein, sobrino de Furje.

Furje

La planta, con su arquitectura industrial, se funde armoniosamente con la naturaleza circundante. Arbustos y árboles adornan el entorno, mientras un imponente cartel resalta el nombre de la fábrica. Fuente Oriente no solo fue una fuente de empleo para la comunidad, sino también un motor económico que impulsó la inversión en maquinaria y permitió la diversificación de productos.

Desde sus humildes inicios como agua mineral, la empresa expandió su oferta, incursionando en bebidas dulces y convirtiéndose en un símbolo de identidad local y nacional, manteniendo su esencia a lo largo del tiempo.

Fue así que, sin saberlo, aquella decisión de los ciudadanos del pueblo Villa Ceballos fue el determinante que permitió generar, evolucionar y desarrollar lo que en la actualidad es la fábrica más importante de agua local, extraída directamente de nuestra tierra, tan pura, natural y cristalina. Desde la Cuchilla Negra hasta la mesa de cada Riverense.

Hoy, el legado de Fuente Oriente no solo se mide en litros de agua pura, sino en la huella que ha dejado en la comunidad y en la conciencia ambiental. La fábrica, rodeada de naturaleza y con su cartel en lo más alto, no solo proclama el nombre de la empresa, sino la conexión profunda con la tierra y la fuente de la que emana su esencia.

José Furje Kramer